El medico que promueva el uso racional de medicamentos deberá prescribir aquel fármaco que, dentro de las alternativas existentes, sea el mas efectivo, seguro y a un costo razonable para el paciente y el sistema de salud.
Los errores de medicación son estudiados en el mundo como fallas en la prescripción, transcripción, despacho y administración de cualquier remedio, y varios países están dedicando muchos esfuerzos y dinero para identificarlos y prevenirlos. En Estados Unidos, por ejemplo, un flamante informe dice que cada año ocurren cerca de un millón y medio de errores, con un costo de 3.500 millones de dólares. En Colombia, el INVIMA esta socializando en las instituciones de salud hospitarias los programas de farmacovigilancia y tecnovigilancia, pero los esfuerzos que hace, aun falta extenderlos a la consulta ambulatoria.
Aunque suene extraño, en lo que parece un simple trámite, recibir la orden de usar un remedio, comprarlo y tomarlo; hay decenas de pequeñas acciones que pueden atentar contra el éxito del tratamiento. Los errores de medicación pueden ocurrir porque el médico equivocó el remedio, la dosis o la vía de administración; porque su orden fue correcta pero una enfermera o farmacéutico la malinterpretó o la incumplió; porque fue mal aplicado; porque se tomó por más o menos tiempo que el debido; y muchas otras fallas posibles que reducen lo que la medicina llama "seguridad del paciente"